domingo, 1 de mayo de 2016

Autoconocimiento, Autoconcepto y Autoestima

A continuación, vamos a tratar tres conceptos que están relacionados entre sí y explicaremos sus diferencias basándonos en diferentes autores.

Auto-concepto
El auto-concepto se ha definido como las percepciones del individuo sobre sí mismo, las cuales se basan en sus experiencias con los demás y en las atribuciones que él mismo hace de su propia conducta (Shavelson, Hubner y Stanton, 1976), así como el concepto que el individuo tiene de sí mismo como un ser físico, social y espiritual (García y Musitu, 1999). 
El auto-concepto depende de la propia opinión e imagen física y psíquica, de las ideas comunicadas o que se sospecha que los demás tienen de sí, de la estima hacia sí mismo, de la validez emocional otorgada al conjunto, etc. Es altamente incluible por la imagen que los demás aportan al sujeto, bien globalmente o desde algún ámbito o actividad determinada. Además, es dependiente de los grupos sociales en que tengan lugar y los tipos de relaciones interpersonales que el sujeto establezca con su medio. Podría entenderse que tiene una naturaleza múltiple, variable y relativa.

Autoconocimiento
En cambio, el autoconocimiento se refiere a la experiencia y transformación evolutiva desde una capacidad natural que consiste básicamente en el descubrimiento o la experiencia del yo esencial, desde la pregunta ¿Quién soy yo?, justificada y estimulada por un ¿Para qué soy?. Depende de la madurez personal y de la educación de la razón y en menor medida de una menor emotividad. El entorno puede afectar al autoconocimiento en la medida en que puede acelerar, lentificar, interferir, interrumpir, confundir, etc., sus procesos, sobre todo al principio. Una vez consolidado a un nivel apreciable, el ambiente puede perder capacidad de influencia. 

Diferencias entre el auto-concepto y autoconocimiento
El auto-concepto puede servir de soporte y estímulo al autoconocimiento. Un grado variable de autoconocimiento puede afectar al auto-concepto de un modo positivo, negativo o irrelevante, redefiniendo a la persona o generando en ella un cambio radical (De La Herrán. G. A., 2004).

Autoestima
Claramente, el auto-concepto está relacionado con la autoestima. Según Vera y Zebadúa (2002), la autoestima se considera una necesidad humana profunda y poderosa, básica para una vida sana, con un buen funcionamiento y para la autorrealización. Está relacionada con nuestro bienestar en general. Muchos problemas psicológicos que hoy en día existen como la depresión, los trastornos de conducta, de aprendizaje, el alcoholismo, la drogadicción, trastornos en la influencia del rendimiento y autoconcepto en hombres y mujeres, alimentación, bajo rendimiento en el trabajo, malos tratos conyugales, el abuso a los niños, la pasividad, el suicidio están relacionados con una autoestima baja o defectuosa.
La psicóloga Madrazo (1998) afirma que la autoestima es la función de evaluarse a uno mismo, por lo que implica por un lado un juicio de valor y por otro un afecto que le acompaña. La autoestima positiva está relacionada con afectos positivos como son el gozo, la confianza, el placer, el entusiasmo y el interés. La autoestima negativa conlleva afectos negativos como el dolor, la angustia, la duda, la tristeza, el sentirse vacío, la culpa y la vergüenza.

Según la psicóloga De Narváez (2002) afirma que cuando se tiene un concepto bueno sobre un niño/a, se acepta como es, se le ayuda a mejorar sus debilidades y se resaltan sus cualidades su autoestima se ve fortalecida. Todo lo que sus referentes dicen o hacen influye en el concepto que los niños/as se forman de ellos mismos. Si durante mucho tiempo se califica al niño/a como torpe e incapaz, o por el contrario, audaz e inteligente muy probablemente crecerá asumiendo esto como cierto y generando actitudes según estos conceptos.

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